Este es un resumen del artículo “Las Siete Edades del Líder” escrito por Warren G. Bennis para la revista Harvard Deusto que quisimos compartir y reflexionar con ustedes.
Sin duda no son pocos los aspectos que un líder tiene que hacer frente al momento de tomar el desafío de dirigir, gestionar el talento o tomar decisiones que afecten a otros.
En este artículo el autor nos invita a darnos cuenta que la vida de un líder tiene siete edades y que, en muchas instancias, éstas se parecen a las que Shakespeare describe en su obra “Como Gustéis”. Estas etapas son las que él llama las del niño, el escolar, el enamorado, el soldado, el juez, el estadista y el sabio.
El directivo niño
En esta etapa inicial en la que el líder dará sus primeros pasos, será clave identificar y escoger a un mentor o apoyarse en ciertas personas o equipo.
“Todo nuevo líder tiene que hacer frente a las dudas, las percepciones erróneas y las necesidades y compromisos personales de aquéllos a los que tendrá que dirigir.
Una característica de un futuro líder es la habilidad para identificar, captar y ganarse a los mentores que darán un giro a su vida. Reclute un equipo que le apoye; es posible que se sienta solo en su primer cargo directivo, pero siempre contará con el apoyo de alguien”.
El escolar, con su cara reluciente
En esta “segunda vida”, el líder tendrá que cuidar mucho sus primeras palabras, primeras acciones e, incluso, sus primeros gestos y hacer de su entrada en escena, casi desapercibida.
“Decidimos si nos conectamos o no con otra persona en tan sólo dos segundos. Lo mismo ocurre con los líderes y las organizaciones. Sus primeras acciones determinarán que su gente esté de su lado o en contra, a veces para siempre.
Y es posible que esas acciones iniciales tengan un efecto duradero en el desempeño del grupo. Por consiguiente, casi siempre es mejor que el recién llegado haga una entrada discreta”.
Una particularidad en esta etapa, según Bennis, es que las personas que trabajarán bajo las órdenes del líder ya se habrán formado una idea o imagen previa, (incluso una emoción), antes de conocerlo. Esto se debe a que, en general, los cambios importantes que tenga que hacer el líder durante los primeros seis meses serán casi siempre percibidos como arbitrarios, autocráticos e incluso, injustos.
“El líder se convierte por lo general en una pantalla en la que los seguidores proyectan sus propias fantasías sobre el poder y las relaciones. Hasta cierto punto, todos los líderes se crean a partir de las necesidades, deseos, temores y anhelos de aquéllos que los siguen”.
Un aspecto muy importante también a considerar son los acontecimientos ocurridos en la organización, previos a su entrada:
“En una organización que acaba de pasar una crisis o varias series de despidos, por ejemplo, es probable que la gente dé por sentado que usted está allí para volver a hacer una limpieza y puede responder con abierta hostilidad o con adulación con la esperanza de conservar sus puestos de trabajo. Otros pueden considerarlo su salvador como consecuencia del mal liderazgo de su predecesor”.
“Su primer desafío es no tomarse las afirmaciones de sus nuevos seguidores como algo personal. El segundo desafío, mucho más delicado, es aceptar el hecho de que algunos elementos de sus afirmaciones pueden ser acertados, aunque lo pongan en una situación incómoda”.
El enamorado, con su doliente balada
En esta, su “tercera edad”, el líder que comience a asumir nuevas responsabilidades deberá afrontar uno de los desafíos más delicados: la difícil tarea de relacionarse con antiguos compañeros (y posibles muy buenos amigos) que ahora estarán bajo su cargo.
“Es posible que ya no pueda hablar abiertamente como lo hacía antes y también que sus amigos no sepan cómo deben comportarse cuando están con usted o cuando estén molestos. Es posible que tengan la sensación de que trata de recordarles continuamente su posición de superioridad sobre ellos, cuando lo cierto es que usted se comporta como debería hacerlo un líder”.
El barbudo soldado
Acá el autor nos cuenta que con el paso del tiempo el líder comienza, por lo general, a sentirse más cómodo en su papel. Y que si bien esta comodidad aporta confianza y convicción, también puede romper la conexión entre el líder y su gente.
“Como consecuencia de ello, pueden ocurrir dos cosas: es posible que los líderes se olviden del impacto que tienen sus palabras y acciones, y pueden llegar a asumir que lo que les dicen sus seguidores es la verdad”.
“Los seguidores siguen prestando gran atención incluso al comentario más casual; por tanto, cuanto más efectivo es un líder, más cuidadoso tiene que ser, ya que es posible que sus seguidores pongan en práctica una idea que era tan sólo un pensamiento pasajero”.
“Los seguidores no les dicen todo a los líderes”.
Otro aspecto igualmente relevante y en el que los líderes deben hacer frente a una verdadera prueba de carácter, según Bennis, es reconocer el talento, y el que otros “hagan sombra”.
“Un segundo desafío es alimentar a aquellas personas cuya estrella puede ser tan brillante como la de los propios líderes o incluso más. En muchos aspectos, ésta es la verdadera prueba de carácter para un líder.
“Son muchas las personas que no pueden resistirse a utilizar una posición de liderazgo para acabar con la competencia.Por el contrario, los auténticos líderes son generosos. Son seres humanos y es posible que a veces sientan las normales punzadas de envidia cuando ven a alguien lograr algo que ellos no pueden. Sin embargo, están siempre dispuestos a contratar a personas que son mejores que ellos, en parte porque son conscientes de que unos subordinados con gran preparación pueden contribuir a que ellos destaquen más”.
El general, lleno de graves dichos
En esta etapa del liderazgo, no son pocas las historias que se conocen de fracasos de líderes que no comprendieron el contexto en el que trabajaban o no supieron lograr el apoyo de sus subordinados.
Como dice el autor: “Uno de los mayores desafíos a los que tiene que enfrentarse un líder en la cumbre de su carrera es no sólo permitir que la gente diga la verdad, sino también ser realmente capaz de oírla.Los auténticos líderes no tienen lo que la gente de Oriente Medio denomina “oídos cansados”. Sus egos no son tan frágiles que no pueden soportar la verdad, por muy dura que ésta sea, no porque sean santos, sino porque es la forma más segura de tener éxito y sobrevivir”.
El estadista, con sus anteojos sobre la nariz
La sexta edad de Shakespeare abarca los años en los que el poder de un líder comienza a declinar. No obstante, y según Bennis, uno de los papeles más gratificantes que puede desempeñar una persona en las últimas etapas de su vida profesional es el del liderazgo equivalente al de un sustituto.
(acá el líder) “Podría desarrollar un trabajo incluso mejor que una persona joven, no sólo porque puede aportar la experiencia y el conocimiento de toda una vida, sino también porque no tendría que perder tiempo participando en las maquinaciones políticas que por lo general son necesarias para el desarrollo de una carrera profesional”.
El sabio, la segunda infancia
En esta última etapa “o vida” del líder; la figura del mentor vuelve a aparecer según nos comenta el autor, pero ahora en su edad madura.
“Ejercer el papel de mentor es uno de los mayores placeres de una carrera madura, el equivalente profesional a tener nietos”.
“Cuando uno hace de mentor, sabe que lo que ha conseguido no se perderá y que estará dejando un legado profesional a las futuras generaciones”.
Por último, Bennis comprueba que la cualidad predominante de los verdaderos líderes es la de saber adaptarse.
“Es lo que facilita tomar las decisiones que llevan al éxito. La capacidad para adaptarse es también lo que permite a ciertas personas superar los inconvenientes y las pérdidas que acompañan a la edad y a reinventarse a sí mismas una y otra vez”.
Y llegando así al final de nuestro análisis, como Beside® nos gustaría saber:
¿Cómo has superado las dificultades propias de cada etapa en tu liderazgo?
¿Qué tipo de herramientas ocupas como líder para tener una escucha activa y lograr feedback para saber adaptarse y tomar buenas decisiones?
Cuando los liderazgos comprenden que sus colaboradores son sus mejores instancias de consultoría y asesoría interna, ayudan no sólo a mejorar la oferta de valor de la compañía, logran también crecer y madurar como líderes.
En Beside® creemos que obtener información relevante, oportuna y de calidad es fundamental para cualquier etapa en la que se encuentre el líder. Esta información le será útil para lograr los objetivos de su organización y conocer mejor qué piensan y sienten sus equipos.
Por eso somos partners de The Happiness Index® para LATAM, la herramienta de gestión estratégica que te ayuda a medir el engagement y felicidad en el trabajo y a potenciar una cultura próspera.
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