La inteligencia artificial es el tema del momento. Ya está presente en prácticamente todos los sectores de la economía y no sólo aparece en el mundo de la gestión de personas como una alerta hacia la pérdida de empleos sino que también como una potente herramienta para potenciar la productividad. Me refiero especialmente a la IA generativa, que es usada para sustituir tareas repetitivas y rutinarias y que permite a las personas centrarse en lo realmente importante. Sin embargo, el uso de la IA en las áreas de RRHH aún es incipiente. Las estimaciones indican que sólo el 3% de las empresas que utilizan IA, la utilizan en las áreas de RRHH. Cómo y por qué utilizarla, te lo cuento a continuación.
La principal ventaja de la IA es su rapidez. Los equipos de RRHH mencionan que realizan una gran cantidad de tareas repetitivas que llevan mucho tiempo y en consecuencia son las que menos les gustan. La IA puede automatizar y acelerar estos procesos (algunas estimaciones hablan del 60% de ahorro entiempo) y de esta manera liberar al equipo para que pueda centrarse en las tareas creativas y relacionales, que son su columna vertebral. Por ejemplo, en el caso de reclutamiento, puedes utilizar la IA para definir los textos, imágenes y publicación de avisos con palabras claves que te ayuden a encontrar el candidato que necesitas, incluso entregándole feedback a estos candidatos en su postulación.
La IA puede también impulsar la accesibilidad y la inclusión. Por ejemplo, puede actuar como un avatar, traducir el material existente a diferentes idiomas y leerlo a los trabajadores con discapacidad visual
Otra ventaja de la IA es su precisión. Al utilizar la IA para acelerar o automatizar determinadas tareas, te aseguras de que se realizarán siempre con precisión. Una vez configurado todo correctamente, no debería haber ningún error y no debería omitirse ningún paso.
La IA también te permite detectar patrones que tú no puedes detectar, así como también agrupar puntos de datos. Los equipos de RRHH trabajan con muchos datos. Esto puede dificultar la detección de patrones y tendencias. La IA puede manejar sin esfuerzo conjuntos de datos independientemente de su tamaño. Esto te permite actuar sobre la información de manera más oportuna y eficaz.
Por otro lado, no hay que olvidar que la IA no puede realizar todas las tareas y en consecuencia no puede reemplazar al equipo de RRHH. De partida no tiene el toque humano como por ejemplo la empatía, por lo que nunca podrá entender a un humano como lo hace otro humano. La IA tampoco está libre de prejuicios, ya que al ser construida por personas el producto final puede incluir los sesgos de quien la diseñó. Además la IA muchas veces ayuda en el qué, en su descripción, automatización y precisión, pero no siempre nos ayuda con el por qué. Y por último, no hay que olvidar que la IA nos puede llevar por un camino equivocado. Es necesario complementar la IA, sus resultados, con la experiencia del equipo de RRHH.
Si puedes aprovechar los beneficios de la IA en el área de gestión de personas y estás decidido a implementarla, te recomiendo considerar un proceso de transición. Centrarte en el aprendizaje y el desarrollo, tanto de las personas que utilizarán la IA en sus tareas cotidianas, capacitándose para ello, como también para las personas que tendrán que volver a formarse para asumir nuevas funciones debido a que la IA realizará parte de sus funciones actuales. Recuerda que la IA no tendrá en cuenta las habilidades o necesidades particulares del equipo, ni tampoco comunicará el cambio de forma eficaz.
Trata a tu equipo como adultos. Protegerlos de verdades desagradables no ayuda a nadie. La confianza que logres con tu equipo permitirá que sean sinceros contigo para que puedas gestionar las expectativas y ajustar el programa para lograr el éxito que buscas.
Considera no sólo lo que piensa tu equipo sino que también cómo se sienten durante este proceso de implementación y cambios. Esto te ayudará a crear un programa y un despliegue que realmente funcione. Podrás generar un plan comunicacional que informe de las distintas etapas del proceso y que también permita manejar las expectativas y le haga sentido al equipo.
La IA ha llegado para quedarse. Sin embargo, debemos recordar que cualquier aprendizaje automático es tan bueno como el equipo que lo gestiona. Optimizar la respuesta “perfecta” no equivale necesariamente al éxito. Los verdaderos ganadores serán aquellos que introduzcan la IA para liberar a su talento actual de las tareas rutinarias y ayudarlos a focalizarse en su rol más importante: potenciar la experiencia de los trabajadores.