CÓMO CONSTRUIR ESPACIOS LABORALES PRODUCTIVOS Y PRÓSPEROS
Hamel y Zanini en su celebrado libro Humanocracia (Harvard Business Review, Reverté, 2020) nos invitan a gestionar a las personas no desde el estilo de liderazgo arrogante y de los saberes clásicos (el que sabe) sino desde el poder de la humildad y de las relaciones que aportan a la comunidad. Esta experiencia sumada a las capacidades y habilidades que las personas tienen -para hacer lo que saben- generará valor sobresaliente a la organización.
Por ejemplo, nos comentan de algunas empresas que han definido trabajar con menos jerarquías tradicionales y autoritarias, han definido que el trabajo se puede coordinar desde jerarquías más naturales basadas en quién sabe más o tiene mayor experiencia, más que el cargo o posición en la empresa. Nos sugieren que:
- Pidamos a nuestros compañeros que evalúen nuestra experiencia al igual que el valor que aportamos.
- Que nos califiquen por nuestro rendimiento.
- Que las usemos estas calificaciones para contratar o promocionar a alguien dentro de la empresa.
- Que no vinculemos la retribución a la posición y que las asociemos más a las calificaciones de los propios compañeros.
- Que las decisiones sean tomadas por más personas (y no solo el líder formal).
- Que los equipos puedan “despedir” a sus jefes incompetentes o maltratadores.
- Rotar a los integrantes de los equipos dándoles mayores desafíos y responsabilidades
Motivar a que el entono laboral sea estimulante para que las personas entreguen lo mejor de ellas es un desafío noble y poderoso en las empresas.
Humanizar las relaciones y la gestión de personas en las empresas será valorado y estimulado. Y con esto, los beneficios de tener una empresa centradas en capacidades humanas será el más potente el motor de la atracción del talento que se necesita. Esto es cultura.
¿Cómo lo hacemos hoy? en nuestros lugares de trabajo?, ¿aplicamos alguna de las 7 posibilidades?